Roma Barroca
(siglo XVII )
El siglo XVI puede considerarse una época de transicción entre el Renacimiento, con todas sus importantes obras, y el Barroco, la arte que ha caracterizado la Roma moderna. Los grandes maestros del Rinascimiento han dejado una pesante herencia, en efecto, que impidió a los artistas siguientes de desarrollar sus propios estilos. Este tipo de arte, que imitó los grandes modelos del Renacimiento, sobre todo Leonardo, Michelangelo, y Rafaelo, fue demasiado exasperada y produció pocas obras originales. El esfuerzo artístico de reproducir las modalidades de los maestros se llamó Manierismo, el típico estilo artístico de este siglo. Otra vez, el centro Italiano del nuevo estilo artístico fue Florencia, donde trabajó Andrea del Sarto. Su manera fue imitada por otros artistas, primo en Toscana y después en otras ciudades Italianas, hasta que se difuse en Francia. Aquí, en Fontainebleau, Francisco I fundó un centro de cultura manierista de importancia Europea.
El otro estilo artístico que se desarrolló en Italia hacía el fino del siglo fue llamado “carraccismo”, derivado de los tres maestros Carracci. Ellos difundiron sus técnicas de pintura primo en Bolonia, y después en Roma, donde Annibale Carracci (1597-1603) frescó la grande sala de Palacio Farnese con un estilo naturalístico y clásico. El ingenioso trato de los ángeles, y el impresionante esquema mural centrado sobre el Triunfo de Bayo, mostran la grande imaginación del artista. Esta obra ha habído una profunda influencia sobre el tardo Barroco rico de decoraciones. Carracci fue asistido por su hermano Agostino y-en los frescos en cima de las puertas y nichos-por Dominichino.
Entre el fino del siglo XVI y el principio del siglo XVII, el famoso pintor Caravaggio (1571-1610) elaboró un particular tipo de estilo artístico, llamado “Caravaggismo”. Su estilo de pintura, en efecto, caracterizado por profundas imagenes de contenido popular y realístico, revolucionó el gusto tradicional.
Pero el más innovativo y interesante estilo artístico del siglo XVII fue sin duda el Barroco, nacido en Roma y después difuso en Europa y Sur America. La religión Católica, vencedora contra la Reforma Luterana, explotó la arte Barroca para difundir su religión.
A lo largo del siglo XVII, Roma llegò a ser de nuevo el mayor centro religioso y cultural en Italia. El Barroco, el original estilo artístico nacido en Roma, incluíba todos los aspectos de la vida: arte, moda, literatura, teatro, musica, y danza. Sus típicos elementos son la originalidad, la fantasía, la irregularidad, las ricas decoraciones, y formas circulares en movimiento. Los mayores arquitectos Italianos del Barroco, Bernini, Borromini, y Pietro de Cortona, trabajaron todos en Roma y, bajo la protección de los Papas, contribuiron a darle su actual aspecto Barroco. Mucha genialdad de ellos se mostra en las numerosas fuentes colocadas en toda la ciudad. Pero ellos también han construido estupendas iglesias, patios, y palacios.
Algunas de las mayores obras de estos artistas se situan en Plaza Navona. Tres estupendas fuentes la decoran.
En su medio está la Fuente de los Cuatro Ríos, una de las más famosas obras de Bernini. Cuatro enormes formas simbólicas estan en cima de una base triangular de roca travertina. Estas representan los cuatro más importantes ríos de la época —el Danubio, Gange, Nilo, y Rio de la Plata—que sirvon de símbolos para los cuatro continentes Europa, Asia, Africa, y América. Un caballo y un león del pelo largo vivon en las cavernas en la roca vacía debajo, visada enfrente y detrás, y cerca de un monstruo marino con narina está un serpiente marino en agua. La roca es cubierta por varias plantas y una palma. La fuente fue proyectada para sostener el obelisco, que fue trahído a Roma de Egipto bajo orden de Domitiano. Esto permaneció durante muchos siglos en cinco piezos en el Circo de Maxentio en la Calle Appia, antes que Papa Panfili, Innocenzo X, decidió de desplazarlo.
La Fuente del Moro en el sur fue proyectada por Giacomo della Porta en 1576, decorada con esculturas de varios artistas. Pero fue cambiada por Bernini en 1653 cuando él proyectó la forma central, llamada Il Moro (El Moreno), realizada por Antonio Mari. La en el norte de la plaza, que representa Neptuno que lucha contra un monstruo marino o gigante con tentaculos, Nereides y caballos marinos, también fue proyectada por Giacomo della Porta y después cambiada y realizada por Bernini.
En el oeste de la plaza está Sant’Agnese de Agone, una antigua iglesia construida sobre las ruinas del estadio que la tradición Cristiana considera en el punto donde St. Agnes fue expuesta. Esta iglesia fue reconstruida en 1652. La estupenda fachada cóncava, que añade énfasis a la cúpula, fue empezada por Borromini (1653-57), que también proyectó los dos campanarios y una cúpula en medio. El pequeño interior Barroco ha una planta de forma de cruz Griega al cual la cúpula provee de un efecto espacioso.
Cerca de la iglesia está la estupenda fachada de Palacio Panfili, completada por Borromini bajo Innocenzo X en la mitad del siglo XVII. Esta es conocida como Embajada Brasilena. El colór ázul claro de la fachada ha sido descubierto en el reciente restauro. El interior es muy interesante por su arquitectura y sus decoraciones pintadas. Comprende la Sala Palestrina, un magnífico ejemplo de la secular arquitectura de Borromini, que usa la mínima superficie de decoración. El arquitecto Romano también ha proyectado la larga galería.
La actividad de Bernini, escultor y pintor, fue larga y intensa. En 1658 construiò la iglesia de Sant’Andrea. La fachada simple, de trama individual, balanza el interior elíptico con cúpula, con columnas, pilares y esculturas de mármol rosa y grís, y ricas decoraciones cementadas. Numerosos ángeles en cima del faro observan debajo. La arquitectura clásica de Bernini se combina con sus originales efectos luminosos: cada capilla ha sus propias ventanas situadas detrás de los altares. También el Columnado de St Pietro, proyectado en 1656, reproduce la misma forma elíptica de la iglesia. El Columnado ha 284 estatuas y 88 pilares, y 144 estatuas esculpidas. Galerias cubiertas, también decoradas con estatuas, uniscon el columnado con el porche de St. Pietro. La galería a la derecha, llamada Pasillo de Bernini, que llega a la Scala Regia, es cerrada por el Portone di Bronzo.
En el interior de la iglesia Vaticana, Bernini construyó en 1633 el grande baldaquino. Se situa arriba el alto altar y debajo de la cúpula. Esta enorme estructura Barroca, una combinación de arquitectura y escultura decorativa, está formada por bronce del Pantheon. Cuatro Salomonicas columnas de bronce ascendon a partir de las bases de mármol, que son ornadas por los famosos insectos de Barberini. Las formas de las columnas se parecen a las de la columna Sancta pero son ornadas por formas de espiritus y ramitas de laurel. Estas columnas sostenen el techo, formado por rollos decorativos ascendentes, que sostene el globo y la cruz. En la punta del techo el Espiritu Sancto es representado por una paloma con aureola.
La obra mayor de Bernini es la Fuente de la Barcaccia, una de las más guapas fuentes de la ciudad. Se situa en el centro de la extensa y irregular plaza de España. La forma de barca agujerada se adapta a la débil presión de las aguas en la fuente. Durante su larga carrera, Bernini ha proyectado algunas de las más preciosas fuentes de Roma. Aislada en el centro de la plaza Barberini está la Fuente del Tritone (1642-43), con cuatro delfinos que sostenen una concha donde está sentado un Tritone (u hombre marino) que sopla un unico chorro de agua por una concha apretada en sus manos. Los dibujos del artista que sobrevivon mostran la exactitud de los estudios acerca del punto donde las aguas habían que caer. Pero antes de bajar la presión del agua el efecto no era de la misma belleza. El chorro fue proyectado para alcanzar la concha, y después caer en la base debajo. Realizada por Barberini a petición de Papa Urbano VIII, la fuente es decorada con preciosas mangas de brazos esculpidas con el símbol de los insectos de Barberini. En el norte de la plaza está la pequeña Fuente de las Abejas, reconstruida por el artista un año después. La fuente es decorada con los mismos insectos de Barberini y con una inscripción sobre la concha que dice que el agua debe ser usada por la gente y sus animales. La pequeña base de mármol debajo fue dibujada al principio del siglo XX, cuando la fuente fue desplazada de su sitio inicial a la esquina de la Calle Sistina y reconstruida aquí.
Entre sus numerosas esculturas, debe ser mencionada la Ecstasi de St Teresa, situada en la preciosa iglesia de Santa Maria de la Victoria. El interior de la iglesia, bien proporcionado, es considerado uno de los mejores ejemplos de decoracion Barroca en Roma, rico de colores y resplandiente de mármol. Ha una buena obra de cementadura y un elegante organo realizado por un alumno de Bernini. La segunda capilla al sur ha un altar ornado por la Madonna y St Francisco de Domenichino. La cuarta capilla en el norte es la capilla de Bernini, un precioso tentativo de arquitectura que explota los espacios menos profundos para conseguir estupendos efectos. Es aquí, arriba el altar, que se situa el famoso grupo de esculturas, la Ecstasi de St Teresa, y debajo el relieve de bronce de la Última Cena.
La habilidad de Borromini como ingeniero es más evidente en la pequeña iglesia de San Carlo a las Cuatro Fuentes, una iglesia ovalada que se situa, creando un interesante efecto de contrasto, cerca de la iglesia Sant’Andrea de Bernini. La alta fachada curva (1665-68) se adapta bien al espacio estrecho de la esquina de una pequeña calle. El interior (1638) ha superficies convexas y cóncavas en un complicado diseño que usa triángulos para formar un único esquema. El simbolísmo obtenido es el de la Sancta Trinidad. De la iglesia es posible entrar en un pequeño claustro, también proyectado por Borromini. La cripta es diseñada con un precioso juego de curvas unidas por un pesado y continuo marco. Se piensa que el artista proyectó esto espacio como el lugar de su sepultura.
Durante el siglo XVII Roma fue ornada por muchas preciosas villas, por lo mayor residencias para el verano de ricos nobles o importantes personalidades religiosas que buscaban paz y diversión fuera de la ciudad. La más elegante es Villa Borghese, ordenada en 1613 por el Principe y Cardinal Scipione Borghese al arquitecto holandés Jan Van Santen y el Italiano Flaminio Ponzio. La construcción, realizada sobre el modelo de las villas del Rinascimiento, es formada por un cuerpo central y dos alas laterales. La estupenda villa es completamente sumida en 688 hectareas de parque, entrelazado en cada dirección por calles y senderos, con elegantes encinas, pinos y otros árboles, tan como estatuas, fuentes y terrazas. Esta villa acoge además los famosos Museo y Galleria Borghese, con una de las más preciosas colección de pinturas y esculturas a partir del Renacimiento fino al Nuevo Clasicísmo, incluidas importantes obras de Bernini, Canova, Rafaelo, Tiziano y Caravaggio.